Es importante crear un ancla que te enraíce durante un momento difícil. El uso de una combinación de práctica física y mental ayuda a que la intervención quede grabada en la mente subconsciente, especialmente cuando se repite varias veces.
Este ejercicio es muy simple y efectivo:
- Respira hondo
- Mientras exhala, frote sus tres dedos (pulgar, índice y medio) y dígase a sí mismo: “Me siento relajado, tranquilo y en control”.
- Repite este proceso al menos 3 veces hasta que recuperes el control.
La próxima vez que hagas la misma práctica, tu cerebro recordará lo que debe hacer.
Tener autocontrol es una parte importante del proceso de cambio y que nos permitirá reescribir nuestra historia.